Archive for September, 2012

Ser diferente a la diferencia

Posted: 12 September, 2012 in Pensamientos

¿Podemos ser diferentes a lo que ya es diferente?

Ser diferente

¿Podemos diferenciarnos de lo que ya es diferente?
Joven, tengo que responderte que sí. No porque lo diga yo. Observa lo siguiente:

El mundo está lleno de cristianos, es común encontrarse con alguien y que ésa persona admita creer en Dios, y algunos hasta afirmar amarlo.
¿Realmente creen en Dios? ¿Realmente ellos están amando a Dios?
Mira su vida tan solo.
“El que me ama, mi palabra guardará”  (San Juan 14:23)

“Por sus frutos los conocereís” (San Mateo 7:16)

Una en un millon

Los cristianos de hoy en día son excelentes personas con un criterio moral elevado (varía según quien) y hasta muchas veces con una vida ejemplar. Pero ellos no pasan de ser buenas personas.
Eso casi no llama la atención.
Hay personas que llenan esos requisitos sin creer en Dios siquiera.
Hace falta algo más.
Diferenciarse de lo que ya el mundo conoce como bueno.
Lo “bueno” de éste mundo está muy adulterado. Hay disputas entre pensadores, psicólogos, y filósofos sobre lo que está bien y lo que no. No llegarán nunca a un acuerdo si no se analiza con la Biblia. Serán opiniones y verdades de hombres.
“Sea la palabra de todo hombre mentira, más la mía verdadera” (Romanos 3:04)

Vemos cumplirse la profecía de nuestro Señor “Aún y un poquito, y el mundo no verá más, pero vosotros sí me vereís, porque yo vivo, vosotros también viviréis”. (San Juan 14:19). El mundo no quiere ver al Jesús verdadero, ellos quieren ver al “Jesús ideal de Hollywood”, al “Jesús barbudo y mechón de la guitarra eléctrica”. “El Jesús Hippie”. Nadie propone tampoco mostrarlo tal cual es. No pueden verle porque creen conocer lo que no conocen.

En otras palabras, aun y un poquito y el mundo ya no verá más lo bueno, la luz. Pero ustedes si lo veréis, porque yo vivo y soy luz, vosotros viviréis siendo luz.

La gente quizá necesite ver a alguien que hace más que ir a la iglesia los fines de semana, necesite ver más que alguien que no dice malas palabras, que no tiene mala juntas, que deja su cabello largo.
Todo eso es imitable. El diablo puede imitar todo.
Lo que no puede imitar el enemigo es el amor. Porque Dios es amor.
Por eso, amigo/a, el primer mandamiento (quizás el más difícil) es “amar a Dios por sobre todas las cosas”; luego “amar al hermano” ; porque bien dice Las Santas Escrituras “el que no ama a su hermano, no ha conocido a Dios, pues Dios es amor” (1 Juan 4:8)

¿Cómo demostramos ése amor?

Tiene que ser un sentir dentro del corazón, un anhelo ardiente. Algo que te haga rechazar hasta las cosas que más amás por amor al Señor.
Y, también, por obras que expresen nuestro amor.
De nada serviría decir “Yo amo a Dios” y seguir con mi vida esclavizada de vicios, dogmas, etc.
Él debe ser el primero en nuestras metas, en nuestros anhelos, en nuestros pensamientos.
¿Que hace un enamorado?
Yo he estado enamorado, y puedo decir con firmeza, que uno siente que quiere estar todo el tiempo con “esa personita”; piensa todo el tiempo en el “¿qué estará haciendo ahora?”; trata de sorprender al amor de su vida, de darle obsequios, regalos, etc; nos volvemos lentos, tontos o lo que fuere porque hay algo que está ardiendo dentro nuestro: la llama del amor.
Y uno no puede evitar demostrarlo.

Si lo trasladamos a lo espiritual, la Novia debiera sentir lo mismo por el Novio.
Es tiempo de actuar como enamorados. ¿Enamorados del mensaje? No, de La Palabra de Dios expresada en boca del profeta, enamorados de Jesucristo.
Pensar en él, hablar con él todos los días, cantar de él, depender de él, etc.

Éste es el tiempo de unirnos como hermanos.

No hay dos Novias de Cristo, hay una sola y yo quiero pertenecer a ella. Por eso,  si vos, en algún punto, no estás de acuerdo conmigo, yo no te guardaré rencor. Voy a guardar mi mejor pensamiento y a orar, no para que cambies de parecer, sino para que nuestras diferencias no ahoguen el compañerismo en La Palabra.
El tiempo es oscuro. Ya hemos pasado la medianoche, está cerca el alba, pero aún está oscuro. Hay que resplandecer. No sólo brillar. Resplandecer.

Yo creo que éste es el tiempo en que los jóvenes creyentes de éste precioso Mensaje deben identificarse como cristianos genuinos y dar el “qué hablar” con su vida, con su espíritu, con su verdad, con sus actos. Una vida digna del Evangelio.
Entonces cuando menos pensemos, seremos “los raros”; incluso para los cristianos tibios de hoy en día, seremos diferente a lo que ya era diferente.
¿Estás preparado para el desafío?

97   Él tampoco hacía diferencias. Cuando Heródes llegó allí con la esposa de su hermano Felipe, alguien dijo: “No prediques sobre casamiento y divorcio”. Se le acercó directamente a la cara y le dijo: “No te es lícito tenerla”. ¡Dios, danos hombres que se paren por la verdad! (¡Amén!), sin importar quién esté sentado cerca o quién sea. Que dejen que las astillas caigan donde quieran, y que tracen rectamente el Evangelio. Eso es correcto. Que a lo negro le digan negro, y a lo blanco le digan blanco. A lo bueno bueno, y a lo malo malo. Si Ud. no está bien, entonces corríjase. Eso lo enderezará a Ud., lo hará verse diferente, actuar diferente, vivir diferente, ser diferente. El Espíritu Santo es bueno para Ud. Él lo enderezará a Ud. 

William M. Braham – ¿CREES ÉSTO? 50-0115

Por: Daniel Mondcat